SEGUNDA PARTE
La oficina del funcionario de la NASA, ubicada en el ultimo piso del edificio principal del Laboratorio para la Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory – JPL) en la tierra, parecía un campo de batalla luego de un feroz combate con el enemigo. Todo parecía estar fuera de lugar, mas sin embargo su desordenado ocupante poseía un caótico sistema de organización que le permitía saber donde estaba todo en cualquier momento.
Este hombre se encontraba sentado en su viejo sillón, con los pies sobre el escritorio y sobre una pila de papeles, recostado hasta toda la capacidad que su silla le permitía, haciendo crujir sus bisagras, y aspirando profundamente un oloroso y gran cigarro que mordisqueaba de vez en cuando. Al otro lado de su oficina, un costoso y sofisticado sistema de reproducción musical empotrado en la pared, permitía escuchar los armónicos sonidos de un Clavicordio en una combinación de notas indiscutiblemente barrocas, el hombre dejaba escapar círculos de humo de su boca y seguía con la mirada las intrincadas formas que tomaba el humo mientras se descomponían sus círculos, haciéndolos coincidir en su mente con los intrincados patrones de las notas de la música. Mientras con su mano derecha parecía seguir la música como si fuera un director de orquesta.
La música, las Variaciones Goldberg de Bach, sonaban en una combinación especifica de las 30 variaciones del Aria principal programadas por su dueño para que le permitieran resaltar un estado de animo especifico, en este caso relajación y calma. Dado por esto el ocupante de la oficina principal del edificio del JPL, se encontraba en un estado de distensión parecido al estado Alfa. Pero todo esto iba a cambiar muy pronto.
La calma fue rota por un sonido agudo y penetrante que se repetía a intervalos casi delirantes, el hombre estuvo cerca de caer de su silla al tratar de apagar aquel endemoniado aparato que le servia a su secretaria personal comunicarse con él. Luego de recobrar el equilibrio y levantando una carpeta para poder encontrar el intercomunicador el hombre pulso un botón dijo tres imprecaciones a su secretaria y disminuyo los decibeles de su aparato de sonido, se sentó derecho al otro lado de su escritorio y espero.
Unos instantes después atraviesa su puerta un hombre, vestido de traje azul marino y corbata roja cargando un costoso maletín de cuero marrón y con anteojos de pasta negra gruesa. Los dos hombres estrechan manos e intercambian saludos de cortesía diplomática. Las Variaciones de Bach seguían sonando al fondo de forma sutil. El hombre de la NASA le ofrece a su invitado una caja de madera donde se encuentran cuidadosamente dispuestos un numero de cigarros como los que este esta fumando, el invitado rechaza cortésmente y sustrae de un bolsillo interno de su saco una caja pequeña de cartón de la cual saca un cigarrillo, lo enciende sutilmente y le da una pitada.
Luego de un rato la conversación esta en su apogeo, ahí una gran cantidad de papeles que se apilan en el escritorio y contribuyen al desorden ya existente, que han salido del maletín marrón del invitado, papales oficiales con el sello del congreso de Estados Unidos, mapas de la superficie Lunar y tablas de proyecciones estadísticas. El cenicero del escritorio esta por desbordarse de cenizas y ahí también dos tazas grandes de café humeantes.
El invitado ha expuesto su caso de forma vehemente por casi una hora, y el anfitrión ha escuchado con atención todo lo que su interlocutor ha tenido que decir con muy pocas interrupciones de su parte. Durante una parte de la exposición salen ha relucir varios documentos con el sello oficial de la Organización de Naciones Unidas, los que hablan de las resoluciones numero# 38994 y 39002 que estipulan que “el suelo del satélite natural del planeta Tierra llamado Luna es territorio Internacional y patrimonio conjunto de toda la humanidad, así que la explotación de sus recursos debe ser compartida por todas las naciones con capacidad espacial y también por aquellas que no teniendo capacidad espacial lleguen a acuerdos con las primeras” también se exhiben en la mesa documentos publicados por una prestigiosa revista Alemana de Geología que hablaban de descubrimientos de minerales como Bauxita, Hierro y algunos minerales con Isótopos radioactivos el la corteza Lunar.
Luego de un largo silencio, durante el cual el expositor espera que su interlocutor digiera toda aquella información, este saca de nuevo su mechero de plata y enciende un nuevo y largo cigarrillo blanco, se sienta por fin, y fuma pausadamente esperando una reacción del funcionario de la NASA, este otro se levanta de su sillón, deposita los restos de su consumido cigarro encima de la montaña de cenizas que ahora es su cenicero, da unos pasos por su desordenada oficina y se dirige a el equipo de sonido empotrado en su pared, el cual desde hace rato que ha terminado de tocar a Bach, oprime unos controles en el mismo y de nuevo la música invade la oficina, en esta oportunidad la selección que coloco es de Wagner es un disco de los mejores momentos de la obra de los Nibelungos, en este momento retumban los acordes de la cabalgata de las Valkirias, Luego de ajustar el volumen lo suficiente para no quebrar las ventanas de la oficina este se dirige a las ventanas panorámicas que dan al exterior.
En su mente solo esta el sonido de la música y la expectativa de la propuesta que el senador que lo visita esta a punto de hacer, esta claro en su mente que este sujeto luego de tan detallado soliloquio esta haciendo una pausa dramática para llegar al verdadero motivo de su visita, ya que todo lo anterior el ejecutivo de la NASA lo conoce mejor que su político amigo.
Otra cosa que preocupa su mente, mientras ve a la gente afuera corriendo para resguardarse de la copiosa lluvia que empapa las calles internas del inmenso complejo del JPL, es acerca de cómo piensa hacer el senador para pasar por encima de las resoluciones de la ONU y que tan fraudulenta será la proposición que piensa hacerle, no que sea la primera vez que le proponen tratos de esta naturaleza, solo que espera que hallan detrás de el suficiente dinero e inversionistas como para arriesgarse a respaldar científicamente cualquier descabellada idea que este en la mente del senador. Luego de tranquilizarse así mismo recordando que el político es representante del adinerado y corrupto estado de Texas, se deleita viendo despreocupadamente por sus ventanales tratando de acompasar a los corredores casuales con los imponentes acordes de la música de Wagner.
El senador al ver la solemne y un tanto distraída actitud de su compañero, se levanta de su asiento y comienza a recoger un poco los documentos que ha dispuesto en el escritorio, solo para hacer espacio para su carta final. Comienza su discurso final alzando un tanto la voz para poder hacerse oír por encima de Wagner, el otro hombre lo ignora dándole la espalda, solo espera oír a su invitado llegar a la parte que le importa para verse interesado, afuera la tormenta no da señales de disminuir y a pesar de no ser tan tarde las oscuras nubes hacen parecer que ha anochecido de pronto, el funcionario escucha a su interlocutor y sonríe, pensando que al fin están hablando de negocios, al fin se voltea, el otro hombre sigue exponiendo sus ideas con mas fuerza al ver que esta obteniendo atención. Acto seguido vuelve a su maletín y obtiene de ahí un documento grueso como un libro empastado en cuero negro con letras doradas en su cubierta, acompañado con mas mapas y tablas.
Luego presenta al funcionario una serie de documentos que lo logran desconcertar por un momento, ya que jamas penso ver documentos de ese estilo en la presentación del senador. Los papeles son de fecha muy antigua y están sellados por el departamento de trafico y señalización de transito, cosa que parece insólita por el tema que están tratando, en este punto el funcionario de la NASA se encuentra totalmente tomado por sorpresa y no puede disimular su asombro al darse cuenta del giro que están dando los acontecimientos, con expresión boquiabierta se dirige ahora a un gabinete escondido en una de las paredes de su oficina y de el sale un bar diminuto, pero con todos los aditamentos necesarios para ser catalogado como tal, sostiene una botella de cristal con contenido rojizo y lo vierte en una copa ancha y redondeada, le ofrece una al senador quien acepta gustoso y sonríe al ver que a tomado a su compañero con la guardia abajo y se dispone a su acometida final.
Los papeles del departamento de trafico hablan de estadísticas basadas en datos tomados hace mucho tiempo, datos que son obsoletos e inútiles casi por completo pero que ayudaran al senador a exponer su descabellada idea. El documento empastado en cuero, el cual ha dejado para el final, ahora reposa en sus manos y lo coloca en el escritorio abierto en cierta parte del contenido en el se lee: “MASSACHUSETTS INSTITUTE OF TECHNOLOGY, Cambridge, Thesis Proyect for Civil and Environmental Engineering, Infraestructure Systems Development. By H.D.YOUNG and K. MATSUMOTO The Moon Problem” *
* Instituto de Tecnología de Massachusetts, Cambridge, Proyecto de Tesis para Ingeniería Civil y Ambiental, Desarrollo de Sistemas de Infraestructura. El Problema de la Luna.
En este insólito documento se da el basamento del proyecto del senador, en él, en su parte inicial se plantean problemas como “la imposibilidad de delimitar espacios en la superficie Lunar, como la creación de colonias con jurisdicción de países con capacidad espacial de la Tierra, sin entrar en contradicción directa con disposiciones de la ONU” también se puede leer “la necesidad de buscar otros yacimientos de explotación mineros por la situación en que se encuentran los yacimientos conocidos en la Tierra: Agotados en un 94%” seguidos de una cantidad increíble de mapas de yacimientos de Hierro, Aluminio, y cuanto mineral se saca de la corteza terrestre, además de proyecciones de todos los institutos de estudios geológicos del planeta acerca del tiempo de vida de los mismos.
El documento del Instituto de Massachusetts, al final plantea una solución tan increíble e insólita que el funcionario de la NASA no puede impedir soltar una carcajada. Pero luego de un instante y al ver la seriedad en el rostro del senador toma asiento y seguido de un trueno y un relámpago que iluminan toda la oficina, dice:
Este hombre se encontraba sentado en su viejo sillón, con los pies sobre el escritorio y sobre una pila de papeles, recostado hasta toda la capacidad que su silla le permitía, haciendo crujir sus bisagras, y aspirando profundamente un oloroso y gran cigarro que mordisqueaba de vez en cuando. Al otro lado de su oficina, un costoso y sofisticado sistema de reproducción musical empotrado en la pared, permitía escuchar los armónicos sonidos de un Clavicordio en una combinación de notas indiscutiblemente barrocas, el hombre dejaba escapar círculos de humo de su boca y seguía con la mirada las intrincadas formas que tomaba el humo mientras se descomponían sus círculos, haciéndolos coincidir en su mente con los intrincados patrones de las notas de la música. Mientras con su mano derecha parecía seguir la música como si fuera un director de orquesta.
La música, las Variaciones Goldberg de Bach, sonaban en una combinación especifica de las 30 variaciones del Aria principal programadas por su dueño para que le permitieran resaltar un estado de animo especifico, en este caso relajación y calma. Dado por esto el ocupante de la oficina principal del edificio del JPL, se encontraba en un estado de distensión parecido al estado Alfa. Pero todo esto iba a cambiar muy pronto.
La calma fue rota por un sonido agudo y penetrante que se repetía a intervalos casi delirantes, el hombre estuvo cerca de caer de su silla al tratar de apagar aquel endemoniado aparato que le servia a su secretaria personal comunicarse con él. Luego de recobrar el equilibrio y levantando una carpeta para poder encontrar el intercomunicador el hombre pulso un botón dijo tres imprecaciones a su secretaria y disminuyo los decibeles de su aparato de sonido, se sentó derecho al otro lado de su escritorio y espero.
Unos instantes después atraviesa su puerta un hombre, vestido de traje azul marino y corbata roja cargando un costoso maletín de cuero marrón y con anteojos de pasta negra gruesa. Los dos hombres estrechan manos e intercambian saludos de cortesía diplomática. Las Variaciones de Bach seguían sonando al fondo de forma sutil. El hombre de la NASA le ofrece a su invitado una caja de madera donde se encuentran cuidadosamente dispuestos un numero de cigarros como los que este esta fumando, el invitado rechaza cortésmente y sustrae de un bolsillo interno de su saco una caja pequeña de cartón de la cual saca un cigarrillo, lo enciende sutilmente y le da una pitada.
Luego de un rato la conversación esta en su apogeo, ahí una gran cantidad de papeles que se apilan en el escritorio y contribuyen al desorden ya existente, que han salido del maletín marrón del invitado, papales oficiales con el sello del congreso de Estados Unidos, mapas de la superficie Lunar y tablas de proyecciones estadísticas. El cenicero del escritorio esta por desbordarse de cenizas y ahí también dos tazas grandes de café humeantes.
El invitado ha expuesto su caso de forma vehemente por casi una hora, y el anfitrión ha escuchado con atención todo lo que su interlocutor ha tenido que decir con muy pocas interrupciones de su parte. Durante una parte de la exposición salen ha relucir varios documentos con el sello oficial de la Organización de Naciones Unidas, los que hablan de las resoluciones numero# 38994 y 39002 que estipulan que “el suelo del satélite natural del planeta Tierra llamado Luna es territorio Internacional y patrimonio conjunto de toda la humanidad, así que la explotación de sus recursos debe ser compartida por todas las naciones con capacidad espacial y también por aquellas que no teniendo capacidad espacial lleguen a acuerdos con las primeras” también se exhiben en la mesa documentos publicados por una prestigiosa revista Alemana de Geología que hablaban de descubrimientos de minerales como Bauxita, Hierro y algunos minerales con Isótopos radioactivos el la corteza Lunar.
Luego de un largo silencio, durante el cual el expositor espera que su interlocutor digiera toda aquella información, este saca de nuevo su mechero de plata y enciende un nuevo y largo cigarrillo blanco, se sienta por fin, y fuma pausadamente esperando una reacción del funcionario de la NASA, este otro se levanta de su sillón, deposita los restos de su consumido cigarro encima de la montaña de cenizas que ahora es su cenicero, da unos pasos por su desordenada oficina y se dirige a el equipo de sonido empotrado en su pared, el cual desde hace rato que ha terminado de tocar a Bach, oprime unos controles en el mismo y de nuevo la música invade la oficina, en esta oportunidad la selección que coloco es de Wagner es un disco de los mejores momentos de la obra de los Nibelungos, en este momento retumban los acordes de la cabalgata de las Valkirias, Luego de ajustar el volumen lo suficiente para no quebrar las ventanas de la oficina este se dirige a las ventanas panorámicas que dan al exterior.
En su mente solo esta el sonido de la música y la expectativa de la propuesta que el senador que lo visita esta a punto de hacer, esta claro en su mente que este sujeto luego de tan detallado soliloquio esta haciendo una pausa dramática para llegar al verdadero motivo de su visita, ya que todo lo anterior el ejecutivo de la NASA lo conoce mejor que su político amigo.
Otra cosa que preocupa su mente, mientras ve a la gente afuera corriendo para resguardarse de la copiosa lluvia que empapa las calles internas del inmenso complejo del JPL, es acerca de cómo piensa hacer el senador para pasar por encima de las resoluciones de la ONU y que tan fraudulenta será la proposición que piensa hacerle, no que sea la primera vez que le proponen tratos de esta naturaleza, solo que espera que hallan detrás de el suficiente dinero e inversionistas como para arriesgarse a respaldar científicamente cualquier descabellada idea que este en la mente del senador. Luego de tranquilizarse así mismo recordando que el político es representante del adinerado y corrupto estado de Texas, se deleita viendo despreocupadamente por sus ventanales tratando de acompasar a los corredores casuales con los imponentes acordes de la música de Wagner.
El senador al ver la solemne y un tanto distraída actitud de su compañero, se levanta de su asiento y comienza a recoger un poco los documentos que ha dispuesto en el escritorio, solo para hacer espacio para su carta final. Comienza su discurso final alzando un tanto la voz para poder hacerse oír por encima de Wagner, el otro hombre lo ignora dándole la espalda, solo espera oír a su invitado llegar a la parte que le importa para verse interesado, afuera la tormenta no da señales de disminuir y a pesar de no ser tan tarde las oscuras nubes hacen parecer que ha anochecido de pronto, el funcionario escucha a su interlocutor y sonríe, pensando que al fin están hablando de negocios, al fin se voltea, el otro hombre sigue exponiendo sus ideas con mas fuerza al ver que esta obteniendo atención. Acto seguido vuelve a su maletín y obtiene de ahí un documento grueso como un libro empastado en cuero negro con letras doradas en su cubierta, acompañado con mas mapas y tablas.
Luego presenta al funcionario una serie de documentos que lo logran desconcertar por un momento, ya que jamas penso ver documentos de ese estilo en la presentación del senador. Los papeles son de fecha muy antigua y están sellados por el departamento de trafico y señalización de transito, cosa que parece insólita por el tema que están tratando, en este punto el funcionario de la NASA se encuentra totalmente tomado por sorpresa y no puede disimular su asombro al darse cuenta del giro que están dando los acontecimientos, con expresión boquiabierta se dirige ahora a un gabinete escondido en una de las paredes de su oficina y de el sale un bar diminuto, pero con todos los aditamentos necesarios para ser catalogado como tal, sostiene una botella de cristal con contenido rojizo y lo vierte en una copa ancha y redondeada, le ofrece una al senador quien acepta gustoso y sonríe al ver que a tomado a su compañero con la guardia abajo y se dispone a su acometida final.
Los papeles del departamento de trafico hablan de estadísticas basadas en datos tomados hace mucho tiempo, datos que son obsoletos e inútiles casi por completo pero que ayudaran al senador a exponer su descabellada idea. El documento empastado en cuero, el cual ha dejado para el final, ahora reposa en sus manos y lo coloca en el escritorio abierto en cierta parte del contenido en el se lee: “MASSACHUSETTS INSTITUTE OF TECHNOLOGY, Cambridge, Thesis Proyect for Civil and Environmental Engineering, Infraestructure Systems Development. By H.D.YOUNG and K. MATSUMOTO The Moon Problem” *
* Instituto de Tecnología de Massachusetts, Cambridge, Proyecto de Tesis para Ingeniería Civil y Ambiental, Desarrollo de Sistemas de Infraestructura. El Problema de la Luna.
En este insólito documento se da el basamento del proyecto del senador, en él, en su parte inicial se plantean problemas como “la imposibilidad de delimitar espacios en la superficie Lunar, como la creación de colonias con jurisdicción de países con capacidad espacial de la Tierra, sin entrar en contradicción directa con disposiciones de la ONU” también se puede leer “la necesidad de buscar otros yacimientos de explotación mineros por la situación en que se encuentran los yacimientos conocidos en la Tierra: Agotados en un 94%” seguidos de una cantidad increíble de mapas de yacimientos de Hierro, Aluminio, y cuanto mineral se saca de la corteza terrestre, además de proyecciones de todos los institutos de estudios geológicos del planeta acerca del tiempo de vida de los mismos.
El documento del Instituto de Massachusetts, al final plantea una solución tan increíble e insólita que el funcionario de la NASA no puede impedir soltar una carcajada. Pero luego de un instante y al ver la seriedad en el rostro del senador toma asiento y seguido de un trueno y un relámpago que iluminan toda la oficina, dice:
“¿Me pides que te apoye en un proyecto que pretende instalar malditos PARQUIMETROS en al luna???”
1 comment:
Y como diseñador eres bueno?
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